Reportaje del "PESSEBRE VIVENT" Diciembre-1966

Reportaje del "Pessebre Vivent" Publicado en el Boletín de la Asociación de Propietarios y Vecinos de Valldoreix-Diciembre 1966 por Adolf Priante i Abollado (1937-2007)

Durante las pasadas fiestas de Navidad la población de Valldoreix vivió ajetreada con los preparativos primero, y las representaciones después del Pessebre Vivent.
A partir de las primeras semanas de diciembre empezarón los trabajos. Encomendóse la luminotécnia a Don Carlos Buigas, el mago de la luz. La dirección escénica a Don Ramón Millet, miembro de la Asociación de Pessebristas de Barcelona; el guión, al poeta Don Miguel Saperas, y la publicidad, a Don José Artigas Ojeda.
Toda la población de Valldoreix pùsose en movimiento. Los mismos que días más tarde habían de participar en las representaciones, acarreaban ahora los troncos, abrían caminos y limpiaban el bosque. El  Ayuntamiento, desinteresadamente, púsose también manos a la obra, y no sólo manos físicas con sus tractores, sino económicas también , cediendo una subvención importante a la Asociación para coadyuvar con los gastos. Don José Altet, vocal de la Asociación y alma del empeño, era quien dirigía, junto al Sr. Millet, los trabajos que se realizaban; trabajos en los que intervenían gente activa de Valldoreix, como Don Juan Sagalés, Enrique Ivern, Vicente Gavaldá,  Gabriel y Francisco, y José y Rafael Cardona y todos en general. Santiago Valverde, que es un hombre de una corpulencia extraordinaria, era el encargado de trasladar al simpático buey cedido por su propietario Don Juan González, desde la furgoneta que lo transportaba hasta el interior del pesebre y luego a la noche recorría el camino de vuelta. Francisco Vidosa estaba en todas partes, y queda en su cabeza una leve señal de un ligero accidente sin importancia durante los trabajos. Juan Bea, electricista de la localidad, hacia empalmes y enchufes, mientras sus hijos ( Juan,Luis y Jorge) se preparaban para ser unos pastores del "belén".
En Barcelona también se movía la gente buscando los medios publicitarios adecuados. Don Joaquín Lloveras, nuestro presidente, iba de un lado para otro preparando la propaganda. Don Juan Peus y su hijo Fernando se encargaban de los carteles murales. Don Antonio Rovira coadyudaba la dirección.Don Rafael VIla Piza preparaba las entradas en su papel de tesorero, mientras que Don Andrés Martinez Vargas, el secretario, hacia cartas de invitación a las autoridades.
Pero llegamos por fín a las representaciones, y para poder dar un detalle más apropiado, empezaremos lentamente desde un principio, llegando a la taquilla instalada en una furgoneta y que sirven con una sonrisa en los labios Andrés Varverde y Carlos Gavaldá Más - ¿cuanto vale la entrada?-Veinte pesetas y tenga una bolsa de piñas de Valldoreix de regalo.
Hombre, esto esta bién. El precio es un poco caro, pero el regalito lo atenúa. Hay cola para entrar; nos indican que el éxito ha sido enorme y las sesiones previstas de hora en hora, se han tenido que convertir en continua, esto, naturalmente, nos halaga. Nos acercamos a la entrada en donde vemos que una valla de pino nos separa de un pastor catalán tocado con la clásica "barretina", es Nicolás Fernández; lleva cogido de la mano un perro lobo negro que su sola presencia impide que nadie se "cole".
De pronto suena una música, y una voz perfectamente modulada dice unas palabras de introducción. Entonces se abre la valla y vamos penetrando por un sendero iluminado indirectamente con la gracia y el esplendor del Señor Buigas. Llegamos a un plano, y a nuestra izquierda se divisa el fondo del valle en donde un rebaño de corderos ha sido cercado y unos pastores les vigilan alrededor de una fogata. Es un cuadro de mucho efecto, y el público asistente queda un rato extasiado con la belleza del espectáculo.
Con un sencillo "señores", el guía nos invita a continuar y llegamos a la anunciación. Nos hemos adelantado un poco y hemos podido ver por entre la vegetación  un pequeño cuarto completamente invisible para el público, repleto de controles eléctricos que vigila Juan Bea, y en donde está el magnetofón y el tocadiscos; a su cuidado Gustavo Roca.
_ ¿ Que tal tu trabajo? - Pesado; pero siempre que sea un bién de Valldoreix estoy dispuesto a colaborar.
Al salir del cuarto de control encontramos una muchacha que no va vestida de pastora, por lo que le preguntamos quién es y su misión en el "pessebre"- Soy Montserrat Altet y me cuido del maquillaje, así como mi hermana Carmen.
El grupo de pastores que se hayan presentes en la anunciación está formado por José Gómez Mata, Ramón Saez, Francisco Conesa, Carlos Gavaldá Arpa y Purita Fernández, quien lleva de la mano al hijo menor del Sr. Altet (Jaime), de tres, años, que disfruta de lo lindo.
Se enciende una luz,  y en lo alto aparece el ángel de la anunciación, es Consuelo Cardona, y nos ha dicho que le gusta mucho hacer de ángel. Su aparición solo dura unos minutos, pero está muy en su papel, estática y dulce al mismo tiempo.
Se acaba el cuadro, y por unas improvisadas escaleras, que trabajo les debe haber costado hacerlas, subimos a la parte más alta del "pessebre"; ya se divisa la muralla de Canals, y allí, a su pie, iluminado con una luz amarilla indirecta de gran efecto, está el nacimiento: San José, la Virgen María, el Niño y dos angelitos, y detrás el buey y el asno. Después de la explicación de la "voz", salen los pastores a ofrecerle sus presentes y dos muchachas vestidas de catalanas trenzan dos magníficos bailes de la región. Luego el guia nos invitaa marchar. Nosotros, pretextando nuestra condición de pseudoperiodistas, nos quedamos.
San José con su tupida barba es Antonio Zamora, joven muy conocido en la localidad por sus múltiples actividades; le preguntamos el porqué ha sido designado él para hacer el papel de , y nos comenta con toda sencillez: _ Pidieron gente para hacer el "pessebre", nadie salía y yo fui el primero, y por ser el primero se me encomendo interpretar a San José.
La Virgen es Mari Carmen Fernández, rubia y de una mirada muy dulce. Por las mañanas la hemos visto muchas veces despachando en la Farmacia. Los ángeles de la cueva son María Gómez, Carmen Valverde y Montserrat Blanco. Una mención aparte merecen las dos bailarinas Maria Teresa Roé y Mariona Buscallá. Se hallan fatigadas; el día anterior, día de Navidad, han tenido que intervenir 20 veces y se hallan agotadas. Ambas nos manifiestan que son alumnas de la Academia de Baile de Alicia Calado, y que bailar es lo que más les gusta.
Hemos pasado un rato magnífico; a la salida encontramos al ajetreado Sr. Millet y le abordamos. - Solo queremos nos dé su opinión de todo esto, Sr. Millet - ¿ Qué es lo que puedo decir? Todo en sí ha sido magnífico. La colaboración desinteresada de todos, el empeño y, el trabajo que todos han puesto en común, pero quiero hacer resaltar especialmente la labor de las Srtas. Roé y Buscallá que han sobrepasado lo extraordinario por lo cansado de su labor y que no han decaido ni un momento. - muchas gracias, y que el año que viene se mejore.
Nos vamos. A la salida oímos los comentarios de los asistentes. Uno dice que es demasiado pobre. El otro que la entrada es demasiado cara; pero éstos son los menos. La mayoría coinciden en que se ha hecho con gran trabajo y que para ser cosa del primer año merece todos los elogios.
Mientras nos vamos alejando del bullicio de la salida y la entrada de los que esperan, oimos un niño muy pequeño que, cogido de la mano de su mamá, le pregunta:

- ¿ Mamá, el bou es de veritat ?

ADOLF PRIANTE i ABOLLADO  (1937-2007)

Nota:
Además de los mencionados, intervinieron:
 Juan y Carlos Fernández, José Llobregat,  Eduardo Gago, Angelines Gómez, José Plá, Luis y Ricardo Vazquez, Miguel Puig, Manuel y José Belmán, Jaime Sobregrau, Gregorio González, Martín Rovira, Ruffo Princep, Miguel Espot, Emilio Doaso,  Ramón Doaso y Antonio Doaso, Ramiro Nerín, Carlos Gavaldá Arpa, y José Segura.


















































































































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